Nunca llegué a este punto, estoy asombrado de mí mismo. La inestabilidad alcanza niveles superlativos, haciendo que tome decisiones equivocadas. Éstas mismas incrementan el desequilibrio interno, creando un caos colateral. En pocas palabras se podría decir que no estoy bien.
Más allá de mi propia naturaleza, hay razones concretas por las cuales se empuja hasta acá. Y dentro de ellas, aparece la más importante, una preocupación sentimental.
Básicamente, no sé qué tengo que hacer. Tampoco sé nada sobre la persona, no puedo saber si vive, si está cerca, si está bien. Tampoco sé si entre nosotros está todo como siempre, me hace añicos pensar en eso.
Lo único que sí sé, y muy bien, es que estuve esperando fielmente, con o sin recaídas emocionales, pero firme. Ansiando con el día en que por fin esté a centímetros de su ser. Y que lo que siento es fuerte, real. Por eso modifica mi comportamiento el hecho de que no sepa.
Parecerá un poco pobre, pero escribiendo me alivio un poco.
jueves, 13 de febrero de 2014
Desesperación de emoción breve
Suscribirse a:
Entradas (Atom)