Siempre que tenés muchas ideas y cosas para decir, parece que se complica ir despacio para ser claro, incluso no sabés por dónde empezar. En este caso, son sensaciones encontradas que responden tanto a nivel personal, exclusivamente, como al sentimiento en conjunto y con la propia sangre; recuerdos de vivencias propias sobre aquella etapa y futuros recuerdos de haber podido compartir un evento llevado a cabo dentro de la misma etapa que ahora también está concluyendo para ella y sus amig@s. Un pequeño viaje en el tiempo que -espero- también sirvió para transmitir la breve diferencia, en base a la experiencia, de haber vivido ya esos momentos.
No necesariamente tiene que ser extenso para que sea más profundo o intenso. Los días como ayer generan síntesis a la hora de explicar lo que sentís. Y, sinceramente, no hay más que aplausos y orgullo, lo tienen más que merecido. ¡Qué hablen! Eso sólo indica la clase de persona que son ustedes y lo mucho más madura que tienen la cabeza a la hora de cumplir con su palabra y tomar responsabilidades, que es lo que más importa a partir de ahora en adelante.
Y vos, sí, ya sabés... Por más que seas un fosforito... te felicito, hermana.