viernes, 12 de abril de 2013

Una Desgracia y Tres Verdades

Otro vaso roto para la colección, quedan tres. No fue con intención, sino más bien por el fruto del azar. Azar que, en ésta vuelta, resultó ser negativo. Todo puede pasar, eso es claro, pero si se repitiera la acción un millón de veces en el tiempo estoy seguro de que sería positivo. Tal vez de eso se trata el azar, y yo nunca lo entendí.
Hablando sobre esto me surge la incertidumbre, por adjudicarle alguna palabra elocuente, de lo que tiene o debe pasar; así como el destino o el futuro cercano. He aquí la duda: ¿Por qué tuvo que pasar? Y en caso contrario: ¿Por qué no tuvo que pasar?
Regurgitando ideas se me cruzó por la mente que es obvio que hay una razón y ésta deberá ser lógica, pero esa razón es extraña. Y cuando digo extraña me refiero a que no se conoce, resulta ser difícil de fundamentar. 
Será el hombre entonces que siempre busca dificultar las cosas, porque simplemente fue una desgracia mínima. Pero entonces: ¿Todo pasa por algo ó simplemente las cosas surgen y ya? Se pretende saber todo, pero no se quiere admitir que es imposible.
Dejando de lado un poco toda esta reflexión, hacia atrás no se puede volver. Solamente queda avanzar, y si uno quiere el bien deberá preocuparse de hacerlo. De volver a equilibrar el mando a su antojo. Nunca se logrará saber lo que en realidad es vivir.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario