jueves, 6 de junio de 2013

Descargo del día

Hoy hace frío, pero no el que siente el común de la gente. Este frío es diferente, único y mucho más dañino. Creo que ya deberías saber de cual estoy hablando, aunque te lo voy a describir a continuación.
El frío que yo siento es el que vos provocás en mi. Así como también provocás otras sensaciones las cuales no voy a mencionar, ya que últimamente son escasas. Quisiera saber cual es la razón de no querer absolutamente nada.
Este famoso frío me penetra hasta el alma, dejándome sin aliento y sin ganas. Ganas de seguir peleando, de querer un futuro. Pero el equivocado sigo siendo yo, porque estoy peleando conmigo mismo.
Generalmente cuando una persona tiene frío lo que hace es abrigarse, buscar calor, combatirlo. Yo en este caso le abro todas las puertas, para que se quede a vivir. Porque aún así proviene de lo que yo tanto anhelo y si tuviera que crecer de golpe, supongo que no tendría problema alguno.
Crecer, seguir madurando y madurando constantemente. Nunca una satisfacción emocional, que son las que más llenan al alma. Tal vez algunos se basen en el libido, pero jamás podrán tener el corazón cargado. Solamente hay vacío, e inconsciencia.
Esa inconsciencia que ayuda a no darle importancia a nada. Porque se lo pasa bien, en un momento determinado. Pero después solo queda el recuerdo, y a veces malo, de una situación colmada de actos infantiles que no llevaron a nada más que la propia búsqueda del "placer".
No sé como llegué hasta acá, pero te quiero recordar que todo lo que entrego es real. Y todo lo que recibo también es real, pero no mi realidad.

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