miércoles, 27 de agosto de 2014

Regreso con verdades

Bueno, parece que alguien al fin tiene algo para decir. Muchas cosas han pasado, la gran mayoría insignificantes, pero necesitan de alguna manera estar indexadas en alguna parte. Y qué mejor que usarlo de excusa para volver, después de tanto tiempo.
Es complicado comunicar cuando tenés pocos problemas, porque al llevar un ritmo suave, los pensamientos están cómodos y no sienten el hermetismo que los lleva a querer salir. Por eso también se pierde la noción del presente con lo que va sucediendo, sin poder ordenar cronológicamente los hechos vividos. Además los cambios son muchísimos, a nivel mental pero profundo, más allá de lo que pudiera ser notorio. Lo único difícil es entender que nada va a ser igual a como era antes, aceptando que esta nueva forma quizá también traiga buenos resultados.

Hay determinados tópicos que tienen su valor conceptual para poder llegar a adquirirlos. Se puede decir que, a cuanto mayor sea ese valor, mayor será el número de trabas en el camino para su adquisición total. Entonces, al realizar un esfuerzo como para conseguir uno de bastante jerarquía, si el resultado es negativo, la herida emocional puede causar problemas.
Con la explicación anterior, se puede decir que, para estar cómodo, se intenta ir hacia esfuerzos menores con mejores probabilidades de adquisición. Lo malo de esto es que se empieza a perder valor propio, así como también el aburrimiento toma protagonismo en el 90% de los casos. Nunca se puede encontrar un equilibrio, a menos de que se cree una mentira base como para no perder valor.
Aclarado esto, se puede seguir con el hecho de que es posible juntar tópicos de valores accesibles, en paralelo. Esto también ayuda a evitar el aburrimiento, pero puede llegar a ser peligroso. Ahora bien, al fracasar enormemente con el de jerarquía, se tuvo que mudar hacia otros para no recibir el golpe emocional. Sería una especie de escudo, siempre buscando el bien personal e individual.
Conste que no es conformarse, en realidad son como una especie de metas. Están las primeras, que son las más desgastantes y que casi nunca concluyen de una forma positiva. Y las segundas, que en realidad son más por capricho y no requieren tanto sacrificio. Casi siempre las últimas tienen un agregado propio de dificultad, como para aumentar la diversión.
En este campo, se puede resolver que: en ningún momento se busca algo real, solamente se trata de alimentar la mente, de ejercitarla, de poder superarse. No basta con tener un , tiene que haber tres no y un otra vez. Porque de eso se trata también, al no entregarse y permanecer individual, de construir una cadena de objetivos. Éstos son alcanzados mediante los recursos que más le sientan cómodo, incluido la persuasión. En este caso no hay límites, sino la suciedad mental.

Creo que hasta acá es suficiente, queda resto para otra ocasión. Los distintos personajes siguen cumpliendo sus funciones con total normalidad, se está buscando que estén ocupados.

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