martes, 27 de octubre de 2015

Humor del año

¿Qué mierda pasa?

Termitas comen los pensamientos robustos, los que forman parte de la estructura principal. La presión que existe es incontable, lo que provoca una aceleración inducida en el proceso de exterminio de la capacidad de reflexión, de relajación. Si será grave que, físicamente, no hay fuerzas ni energías suficientes como para adjuntarle a la respiración una acción en paralelo. No aparece el deseo, anhelar un objetivo en particular.
Tomar una decisión es posible, así como también es posible que esa misma decisión tomada sea un error. Valga la redundancia, es posible errar tomando una decisión en un estado como este. Y también lo es en un estado normal. La diferencia es el miedo y necesidad inmediata de responder a un modelo de sistema en el cual pareciera que si no decidís, perdés. Ante esta situación, es sumamente complicado decidir, porque ello implica elegir, y justamente elegir es quitar espectros que no serán tomados en cuenta durante un tiempo determinado, que de por sí es bastante, y probablemente defina un futuro, un camino.
Lo que sucede es que este futuro no aparece en el presente ni un poco. No hay ni siquiera una imagen difuminada a lo lejos, no existe ni la certeza ni la convicción de lo que realmente se quiere ser. Librado al azar no sería lo correcto, porque el azar no protagoniza en este aspecto. Prueba y error podría estar cerca, si se pudiera avanzar mentalmente. Frustración y bloqueo definitivamente no sirven, aunque sean lo que predomina.
No habrá respuestas precisas ni soluciones prontas por más que sea relativamente urgente. Por el momento, la destrucción como saneamiento pareciera ser el mejor recurso.

En cada pausa, cada coma, cada construcción discursiva, un reflujo rápido de ira y descontento recorrieron todo el tiempo.

jueves, 15 de octubre de 2015

Deperreseioene

Henos aquí de nuevo, repitiendo el escenario que ya conocemos y tenemos bien presente siempre, esa maldita espina inmovilizadora y el ser confuso por naturaleza. ¿Creías que lo habías resuelto por completo? ¡Cómo te quedó el ojo! Ni cerca estuviste. Te digo más, la historia se vuelve a reproducir una y otra vez, con variaciones de tiempo lógicas, sí, pero no podés negar lo que a la vista está. La sombra nunca te deja el paso, tomalo como referencia, acordate bien. Acá es lo mismo, confiar no debiste y dar la espalda mucho menos.
¿Dónde estás? Te cuento, estás en un lugar donde no podés querer salir. Primeramente porque no sabés cómo, no sabés nada, con suerte recitás tu nombre. En segundo lugar, no tenés idea de qué hacer al respecto, con lo cual terminás en un bucle, sin fin positivo. Por último, tu poder de decisión es nulo a raíz de la falta de seguridad relativa que surge por la carencia de objetivo. ¿Ahora te ubicás? Sí, lo peor que puede pasarle a un sujeto que tiene la salud perfecta en cualquier aspecto, salvo esto, ¿no? Pero estás ahí y no hay manera de evitarlo. ¿O quizá si?
Individualmente es complicado porque la solución, al ser intrínseca y estar bloqueada la entrada, se necesita de un motivador de búsqueda. Nadie dice que no llegues a serlo, pero por algo las cosas vuelven a pasar. Cada vez tenés menos juventud, tomá la precaución de resolver este problema pronto y de manera definitiva. Y no lo digo porque afecte, sino para que tengas un pasar genuino del mundo.

viernes, 2 de octubre de 2015

Bajando a tierra

Cuando algo no tiene que ser, no es. Y en buena hora que no es, porque por algo es que no es. Justicia universal, la tomás o la dejás. Pero nunca se puede ir en contra de ella, excede cualquier tipo de regla mortal. Estaría bueno poder lidiar con el pensamiento negativo que produce saber la total rendición previa.
Nada tiene el mismo sentido. Ni siquiera el mismo gusto, olor. El cambio fue para peor y se notó. Ya no queda nada más que la capacidad de mentirse, de tapar lo que ebulle fervientemente y desplaza la actividad mental sana hacia el infierno del estrés. Este universo está colapsado, necesita terminar de explotar.
Es fija, es ley: los retornos son caóticos. Jamás vas a encontrar una buena noticia; la destrucción, en cambio, es el motor del todo. Con esa condición de antemano, lo único posible es repetir lo hecho, sin caer en la reutilización exacta de palabras. Parece difícil, de hecho lo es. Pero lo que motiva a intentar es el rápido desahogo que se puede encontrar en pocos párrafos.

Un nuevo tema, un abrazo y un harto tiempo son las cosas que faltan. También una recuperación imposible y su impronta en la sábana.

Vmiovr/ir

Vivir es buscarse a uno mismo.
Vivir es sentirse compungido.
Vivir es caminar por un abismo.
Vivir es recordar lo vivido.

Vivir puede ser tener un amigo.
Vivir puede ser ponerse un abrigo.
Vivir puede ser callar un cumplido.
Vivir puede ser aplicar lo aprendido.

Vivir no es matar a un vecino.
Vivir no es discutir por un capricho.
Vivir no es lastimar por un prejuicio.
Vivir no es recurrir a un vespertino.

Vivir.
Vivir quizá sea lo que nadie podrá definir.
Vivir quizá sea lo que todos quieren a punto de morir.

Quizá vivir sea morir.