lunes, 23 de septiembre de 2019

El€Ne

Fuiste una invención sin precedente. Una lotería, como todo lo que sucede cuando no se decide ni se toman decisiones debido al momento de aquella vida. En aislamiento, debido al nulo conocimiento de tus pares, todos nuevos de por sí. Y no sólo eso, sino también el lugar físico en sí. Una fiesta que quedaba holgada para tu comienzo aquí.
La búsqueda de maneras y formas fue trabajo duro. No se puede mentir, las diferencias existían y sí que resaltaba (y no sólo la superficie). Una vez comenzada la conexión, parecía como si se hubiera caminado sobre una montaña de agua dulce. Lo que marcó también fue aquel libro, un punto de inflexión entre conectar lo exterior con lo interior. Los engranajes se terminaron de construir y estaban a punto de comenzar a funcionar. Que fácil, ¿no? Pues, nunca funcionó.
Espacios en blanco empezaron a llenar los olvidos temporales. Los días eran semanas y después meses con años. Tiempo, lo nunca recuperable. Sin ir más lejos, los vacíos endurecían poco a poco ese sistema creado. Los deseos se fueron convirtiendo fácilmente en reproches y se repartían diametralmente, según lo que se recibiera de estímulo. Se podía cambiar de polos con una rapidez que ya afectaba al ser. ¿Importaba? Claro que no.
Vueltas de plaza y noches de luna coincidieron mas no arrancaba. El chispazo eterno jamás llegaba y esperar era la rutina aprehendida. El motivo y la guarda no producían valor, las esperanzas se convertían en cólera y la agonía se avecinaba. Sin embargo, los brazos no se terminaban de cruzar y esa pequeña luz de stand by mantenía viva la oportunidad del siglo. ¿Podría cambiar para mejorar? .

Sentado y sin ánimo, leyendo el diario de ayer, haciendo el intento de traducir sus indicaciones. Una vela encendida, un saco de medio tiempo y una pipa de ocasión. ¿Iremos por el camino de la muerte o del amor?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario