Cada vez que respiro, me olvido de tu nombre;
Cada vez que recuerdo, me pierdo en un bosque;
Y cada vez que respiro y recuerdo,
Cada vez que me olvido y me pierdo,
En un bosque tu nombre ya no encuentro.
Cada vez que pienso, un vacío se apodera de mí;
Cada vez que pierdo, mi corazón se parte en mil;
Y cada vez que estoy vacío,
Cada vez que mi corazón está partido,
En mi cabeza no sos más que un cuento.
Cada vez que intento, me siento muy vulnerable;
Cada vez que dudo, me quiero esconder en un balde;
Y cada vez que intento y dudo,
Cada vez que me escondo y quedo mudo,
En ese balde la garganta se me hace un nudo.
Cada vez que sonrío, me acuerdo de tu nombre;
Cada vez que pestañeo, me encuentro de goce;
Y cada vez que te veo,
Cada vez que sonrío y pestañeo,
En la historia se escribe un amor nuevo.
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