domingo, 25 de agosto de 2013

Una más del montón

Son casi las 5 de la mañana, el insomnio va perdiendo ventaja. Recostado, intentando llegar a un estado de relajación mediante una leve música. Oscuridad absoluta, salvo el resplandor que ocasiona este aparato, que de por si ya me enceguece. Digamos que, tratando de conciliar el sueño, ¿no?
Mejor no hablar de ciertas cosas, decía un maestro. Y si debería seguir su consejo, tema "emociones" dejémoslo ahí. Estuve todo el día sin hacer nada, sólo respirar. No sé cuanto tiempo voy a permanecer así, es agotador.
Mirando, observando, me dí cuenta de que soy uno más y en verdad algo extraño tengo. Todavía espero saber qué, pero todo a su debido tiempo. No pretendo adelantar las cosas, siempre me fue mal de esa manera. Si pudiera cambiar algo, cambiaría mi mente tan vulnerable y susceptible.
Suenan las campanas, ya son las 5. ¡Qué rápido pasa el tiempo, no?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario