La rutina te incrusta en un camino que parece tener un solo sentido y si, por esas casualidades, llegaras a torcerte y querer pensar en cómo sería seguir otra dirección, fácilmente vas a tener influencias en el trayecto para que, de una forma u otra, sigas siempre hacia el mismo lado. Detenerte a pensar y reflexionar lo que en verdad pasa quizá no te dé esa ganancia vendiendo seguros desde la oficina, probablemente te la quite. Tal vez no. Pero inconscientemente estás convencido de que es una pérdida de tiempo. Quizás estés muy ocupado atendiendo clientes en un local y no puedas tener 5 minutos para considerar lo que pasa. Podríamos poner ejemplos de todos los trabajos remunerados, pero claro, acá la cuestión es que como no te afecta (estás convencido de antemano que no te afecta), no vas a gastar tu tiempo de trabajo (de vida en realidad, pero como tu tiempo de vida es aproximado al de trabajo... ¿cuántas horas de vida fuera del trabajo tenés?).
Ejemplos de la realidad también existen en demasía, con por demás de diversidades, locales, nacionales e internacionales. ¿Alguna vez te detuviste a pensar cuánta magnitud tienen los hechos ocurridos? Seguramente no. Sin ir más lejos, la naturalidad de los sucesos violentos y corruptos hacen que nada tenga valor para llevarlo a una reflexión mayor. ¿Cuánto tiempo hace que sabemos que cae de maduro la pobreza en el interior del país? ¿Cuánto tiempo hace que sabemos que los mismos que terminan su gobierno, estuvieron presentes, de alguna manera, en gobiernos anteriores a los cuales dicen criticar? ¿Cuánto tiempo hace que sabemos que la inflación existe y el ajuste del salario mínimo acorde a ésta siempre fue un atraso a raíz de los falsos números del INDEC? ¿Cuánto tiempo hace que sabemos que el narcotráfico existe porque es redituable para un gobierno corrupto? ¿Cuánto tiempo hace que sabemos que EEUU financió, en su momento, por propios intereses, al presente monstruo del terrorismo? ¿Cuánto tiempo hace que sabemos que Siria e Irak, por nombrar a los 2 países más divulgados, se encuentran hostigados por el Estado Islámico?
¿Cuánto tiempo hace que sabemos que las cosas sacadas de contexto siempre van a tener el resultado que uno espera, según para qué fueron tergiversadas? Supongo que la respuesta sencilla es sí, sabemos. Siempre lo supimos. Siempre lo tuvimos enfrente de nosotros. Ahora bien, cuesta mucho si uno no se detiene a pensar en estas cuestiones porque directamente no les interesa, no les modifica su vida económica o simplemente se encuentran convencidos de que no existe salida positiva.
Es más fácil hablar de algo que viviste que sobre algo que viste. Ver a la gente hablar acerca de un tema, el cual no lo tiene en carne propia, carece de validez argumentativa. Uno puede expresar opiniones fundadas en el sentido común, crítico, fanático, etc. A nivel fanático, no hay un posible debate. A nivel crítico, necesitás tiempo de reflexión. A nivel sentido común, probablemente haya diversas formas de ver un mismo hecho, pero no todas serían válidas por eso. Todos estamos de acuerdo en que matar a alguien está mal, pero algunos dirán que si ese alguien era justamente un asesino, estaría bien practicarle su práctica. En resumen, lo que vale es la crítica en base de argumentos sólidos, de haberse tomado el tiempo para empaparse de distintas versiones y tener una visión panorámica, teniendo en cuenta la atención necesaria para no caer en el fanatismo ni el facilismo de quedarse estancado en un solo pensamiento.
En estos días pasaron un montón de cosas que ya son parte de la historia. Tal vez uno no pueda darse cuenta de lo importante que pueden llegar a ser, volviendo al tema principal. Un viernes 13 (que no te preocupe la duda porque seguro tiene un mensaje adicional) de noviembre de 2015, no acá sino en París, Francia, fue el día exacto del escenario del atentado ejercido por parte del Estado Islámico. Decenas de personas fueron asesinadas con un cruel mensaje de fondo: réplicas.
Esto pasó y sigue pasando allá, en Francia. A más de un año del comienzo de los hechos bélicos contra el Estado Islámico por parte de Siria e Irak, Francia se declara oficialmente en estado de guerra. No es para menos porque EEUU ya apoyó la decisión, podría llegar a ser la 3ra guerra mundial. Pero bueno, es más pintoresco salir a decir huevadas por cuanta red social aguante la estupidez humana que poder hacer un análisis al respecto. E insisto, seguro no te compre el plato de fideos del domingo, queda en la conciencia de cada uno si pretende trabajar (vivir) en un mundo un poquito más pacífico o en el mismísimo infierno.
Radicalmente entrando en otro tema, se viene en una semana el primer balotaje argentino. Estoy seguro que nadie le dio la importancia real que se merece, nadie puede asimilar que si llegamos a esta circunstancia es porque existe una importante división social, aunque me gusta más decirle división moral. La gente que hoy en día padece de fanatismo, no suma a un país empobrecido como lo tenemos hoy. La gente que no puede abrir los ojos y ver el todo, tampoco suma. Esto no quiere decir que porque un candidato me dice lo que quiero escuchar, lo voto. Tampoco tan extremista todo, hay que buscar un equilibrio mientras sea posible, pero la perpetuidad en el poder del mismo plantel, del mismo inventario, tiende a abusar de sus facultades como ejecutivo. La instalación del miedo servirá para los pocos (muchos quisieran) que no pueden detenerse a reflexionar y averiguar sobre qué dice quién y con qué fin lo dice, sirve para aquellos que no se detuvieron a pensar antes convencidos de que no servirá de nada porque no les paga la luz, sirve para los que no ven afectadas sus posibilidades económicas, sus viajes hacia el trabajo y sus salidas de compras los sábados, etcétera de ejemplos se pueden citar.
En fin, basta con viajar a Constitución en el tren Roca (el viejo Toshiba) un lunes por la tarde y que, en la ex estación Avellaneda, un punga intente robarle el celular a un paraguayo, que estaba sentado cerca de una de las puertas del vagón, para admitir que algo no está bien. Pero claro, el mal acostumbrado dirá que esas cosas siempre pasaron. El conformista desviará la atención hacia algo que supuestamente tiene que ver con el tema principal (trenes, transporte público) y resaltará la imagen de sus acciones. El fanático negará y comparará con países desarrollados o en menor desarrollo, cuando a uno no le importa otro país cuando vive todos los días la supervivencia ante la inseguridad. Claramente hay un error y es la falta de interés del verdadero progreso colectivo.
Debido a estos temas, parece que en las redes sobran personas (idiotas) que sí tienen el tiempo y sí cobrarán (deduzco, porque sino volvemos al tema principal de que nadie se fija porque no le da nada a cambio, etc.) para expresar libremente una sarta de incoherencias de todo tipo y factor. Ver como existen pseudo debates entre personas con mismas posturas, ver publicaciones en contra de la solidaridad por Francia, hay cosas que ya dañan la mente. Un corto consejo para esta masa de estúpidos podría ser que, antes de escribir una fatalidad, la reflexionen.
Hacer las cosas bien y hacerlas mal, cuestan lo mismo. ¿Para qué vas a hacerlas mal?
La motivación de este descargo fue el hartazgo de ser testigo de la estupidez humana en sus mayores niveles de la historia, de una vez hay que sacarse las vendas de los ojos y no ser necio. Se viene una serie de etapas duras a nivel nacional (más duras si seguimos en lo mismo) y mundial, creo que es tiempo de saber estar preparado para hacerse cargo de la mejor manera posible y correctamente.
"En unión y libertad"
"Libertad, igualdad, fraternidad"